La Biblia se refiere a las personas como ovejas en muchas ocasiones. En el Nuevo Testamento encontramos que a menudo se les llama ovejas perdidas. Esta imagen es ciertamente consistente con este pasaje porque en este pasaje las ovejas no tienen pastor. Las ovejas sin pastor se alejarán en muchas direcciones aleatorias donde sea que su imaginación las lleve. Se pierden, se comprometen y se ponen en peligro fácilmente.
Jeremías 50: 6-7
Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron; anduvieron de monte en collado, y se olvidaron de sus rediles. Todos los que los hallaban, los devoraban; y decían sus enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron contra Jehová morada de justicia, contra Jehová esperanza de sus padres.
Mateo 10: 6
Sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Mateo 15:24
El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Pregunta: ¿Qué significa estar perdido?
La pérdida se refiere a un estado de no saber dónde estamos o cómo llegar a donde necesitamos ir. Perderse puede ser una experiencia muy frustrante y aterradora. Hay algo dentro de nosotros que necesita saber a dónde vamos. Jesús, por supuesto, está hablando de la pérdida espiritual. Él habla de estar separado de una relación que da vida con Dios. Todos los que están fuera de Cristo están perdidos. Muchos ni siquiera lo saben. Sin embargo, deambulan sin rumbo por la vida en busca de lo que le proporcione felicidad a corto plazo. No tienen dirección. Sin embargo, la mayoría en algún momento, se dan cuenta de que carecen de una profunda, profunda sensación de bienestar. Es posible que no entiendan que el verdadero significado, la satisfacción y el bienestar provienen solo de una relación con Dios. Solo saben que se sienten espiritualmente vacíos, deficientes y sin dirección. Entonces, ellos buscan. Solo mire cuán espiritual se ha vuelto nuestra sociedad sin necesariamente volverse más cristiana. Es como lo que la banda de rock irlandesa U2 dice en su canción que muchos dicen que definió su generación, "Todavía no he encontrado lo que estoy buscando".
Las personas se conocen como "ovejas perdidas". Hay algo reconfortante en esta analogía. Aunque podemos estar perdidos, seguimos siendo las ovejas de Dios y él desea que todos encontremos nuestro camino de regreso a él.
De hecho, Jesús da una parábola en Lucas 15 donde el pastor deja a las noventa y nueve ovejas seguras para que salgan y busquen al que está perdido. La oveja y el pastor pueden estar separados, pero el pastor está buscando a su oveja perdida.
Pregunta: ¿Cómo nos perdemos?
Nos separamos del pastor, perdemos el camino en la vida y olvidamos dónde encontrar la vida verdadera cuando pecamos. Cada uno de nosotros ha pecado y creado una distancia espiritual entre nosotros y Dios. El pecado también nos lleva por los caminos de la miseria y el dolor. Sin embargo, una vez enredados de esa manera, perdemos todo sentido de dirección espiritual y olvidamos dónde encontrar la vida espiritual que nuestros corazones realmente anhelan.
Isaías 53: 6
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Isaías 59: 2
Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
1 Juan 1: 8
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
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